Manuel Prieto, manizaleño nacido en el año 1990, es un actor
y músico colombiano, recordado por sus papeles en las producciones: Padres e
hijos (2007-2010), Tu voz estéreo (2007-2014-2015), Mi señal al aire (2010),
Mujeres al límite (2010-2015), La magia de Sofía (2010), Decisiones (2011), X6 (2011),
El laberinto de Alicia (2014), Todo es prestao (2016), Venganza (2017), y La
nocturna (2017).
Es un actor que tiene fe en muchas cosas, le gusta creer en
lo posible, cree con luchar y preparar se pueden lograr grandes cosas. Es una persona muy tranquila, buen hijo, buen
hermano, y buen tío. Apasionado por las cosas que hace, terco y convencido que
la disciplina es clave para alcanzar los sueños. Uno de ellos es ganarse un
premio Óscar, también hacer cine aprovechando el buen momento por el que
atraviesa el país, además de llenar escenarios con sus canciones.
El arte cambió su vida y siempre ha estado muy abierto a
aprender. Para perfeccionar su talento lo ha hecho a través de la academia y
también de sus compañeros de grabaciones, a la vez apoyándose en grandes
actores como por ejemplo Cristoph Waltz, Hugh Jackman y en la música artistas
como Ricky Martin, Justin Timberlake o Queen.
Antes de ser actor fue acólito y cantó en el coro de la
iglesia de su barrio, con estas dos experiencias tuvo, por primera vez, la
oportunidad de tener a un público en frente y vencer su timidez.
Tras interpretar a Alejandro Dangond, en La nocturna, un
joven de 23 años que durante su infancia fue el consentido de su madre hasta el
día en que ella murió. Su padre, Arturo Dangond, quien quedó a cargo de él,
intentó llenar ese vacío dándole todo lo que le fuese posible hasta el punto de
sobreprotegerlo. En su familia nadie sabe de sus andanzas, mucho menos su papá.
Aunque detrás de este joven parco y aparentemente fuerte, se esconde un secreto
que cada vez se hace más evidente. El actor Manuel debió tomar el desafío de representar
a la vez un transexual, Rosaura Miranda, transformar la imagen de “hijo de papi”
a una mujer que debía usar tacones, faja, pestaña, peluca, y maquillaje fue
todo un reto. Pasando por las duras y las maduras, tuvo que armar este
personaje para que fuese creíble, transformar su voz gruesa a una aguda, la
inspiración la tomo en mujeres que lo rodean, como su madre, tías, hermana, y
amigas. Es un papel que puede generar polémica por poner en juicio el tema de identidad
de género, basándose en el respeto, demostrando que todos somos seres humanos y
merecemos el mismo trato que todos.
¡Un aplauso a tan
joven actor, Manuel Prieto!
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